31.5.04

Una de las ventajas de ser digital es que los problemas derivados de la afonía desaparecen.
Desgraciadamente, no ocurre lo mismo con los de impago de telefonía.
En fin.

30.5.04

Sospecho que últimamente el dueño del ombligo ese donde habito de tanto en tanto ha cogido la costumbre de mirarse el ídem.
Y yo sólo puedo sonreír y saludar con la mano, como una reina.

28.5.04

Desconozco si prefiero que me muerdan o que me duerman.
Consecuencias existenciales de la dislexia, afirmo.

27.5.04

El otro día asomé mi pequeña cabeza desde el ombligo que habito cuando puedo, y, antes de que la ídem empezase a dar vueltas a causa del vértigo, descubrí que mi maravilloso ombligo estaba, además de muy alto, equipado con una maravillosa barandilla.
Lo que aún no tengo claro es en qué momento supe escalar.

26.5.04

Hay expresiones tan endemoniadamente literales que es imopsible tomarlas en serio. Léase "sacar conclusiones".
En realidad, se trata de sacarlas a pasear, de que se socialicen un poco, porque si no, por muchos y muy variados datos que maneje una, pues las perras no salen.

Dejad que las conclusiones tomen el aire, pues.

25.5.04

Las cosas pequeñitas se pierden.
Unas se pierden de tanto usarlas.
Otras se pierden en el fondo del cajón, de tanto protegerlas.
Y yo no sé qué clase de cosa pequeñita prefiero ser.
Por eso, por si acaso, no me separo nunca del móvil: para que me puedan encontrar.

24.5.04

He descubierto que ni existencia posee un curioso sitema de sguridad (social).
Cuando por alguna extraña razón se me ocurre -con motivo o sin él- quejarme de algo, se coloca, cual compuerta de una presa, un pesado e invisible muro a la altura de la pitutitaria que impide cualquier contacto entre lo que sea que sucede en mi cabeza y lo que quiere salir de mi pequeñísima boca. Lo mejor de todo es que ambas áreas son absolutamente inconscientes de tal existencia, por lo que continúan con su tarea como si a ellas no les afectase.
Lo que significa que mi maravilloso sistema de seguridad (social)consiste en hacerme parecer imbécil.
El cuerpo diminuto es un mecanismo tan inteligente.

21.5.04

¡Que me corten la cabeza!

(que recién me levanté y ya me duele).

20.5.04

¿Conocéis esas manchas circulares que aparecen entre las dos rodillas por las mañanas?
¿Las manchas rojo oscuro en la carne que marcan la unión nocturna de los cabezales óseos?
Hoy me descubierto una procesión de ellas por la espalda, más pequeñas, más afiladas, una por vértebra. He buscado sus correspondientes por toda la habitación, pero no las he encontrado: ni en el cristal de la ventana, ni en la junta de las baldosas, ni colgando de una percha del armario, ni el colchón de espuma. Ni siquiera en el espejo.
Así que planeo una expedición arqueológica a cierto ombligo.
Todo sea por la salud.

19.5.04

Un día, diminuta decidió amputarse la jota, para evitarse las jodiendas y las tocadas de cojones. Por no hablar del susodicho baile, que la hacía parecer especialmente ridícula.
Y se felicitó por lo lista que había sido.
Hasta que se acordó del jamón.

Y hete aquí que convencida llegó diminuta a la puerta de la venganza y, al alcanzar el umbral, un hombrecillo extraño con camiseta de algodón sucia y rumiando mondadientes la detuvo para compararla concienzudamente con un palo amarillo con una muesca en el extremo superior, hasta comprobar que su pelo más alto distaba unos cuatro dedos de la muesca.
"Lo siento, si no llegas a la marca no puedes pasar", rumió el rumiante de mondadientes. Y nuestra protagonista, que era consciente de su diminutez, no osó reclamar y, como mandan los cánones, pegó la vuelta.
Eso sí, cual moderna Galilea, mascullaba entre dientes al dejar la venganza a su espalda: "¡Maldición!, primero la noria y ahora esto".

18.5.04

¿Alguien puede decirme dónde encontrar un vestido de color café, cortito por delante, cortito por detrás, con siete volantes?
Tamaño -por no mencionar cancionero infantil ni posibilidad de caer- obliga.

17.5.04

Odio que me duela la cabeza, por pequeña que esta sea.
Sé que no es una gran reflexión, pero a falta de analgésicos, buenas son quejas.

16.5.04

Hace tiempo viene sucediendo un caso grave en la cama donde duerme diminuta.
Casi cada noche, cual Ratón Pérez, pero sin necesidad de que nadie pierda los dientes en el proceso, diminuta deja en su almohada alguna idea.Casi cada mañana, la idea ya no está ahí.
Sencillamente, ha desaparecido sin dejar rastro.
Diminuta empieza a temer que su almohada la esté compartiendo con otro.
Y ella con estos pelos.

15.5.04

Digamos que diminuta no una gran actriz del disimulo.
Digamos también que diminuta cree tener, en estos momentos muy buenos motivos para estar cabreada.
Digamos que diminuta no tiene la capacidadd e trasnmutarse en una ogra feroz.
Así pues, lo dejaremos en un "duh-dudú" (adverbio de escaqueo) hasta que el viento sea propicio.
Y la venganza esté preparada, off course.

Me caigo bien cuando pienso.
Creo que ese es el motivo de que piense hasta caerme mal.

Supongo que olvidé que bostezar en público seguía siendo de mala educación. También por escrito.

13.5.04

Me veo obligada a organizar el primer certamen digital de transcribir bostezos sin utilizar un solo acento porque mi teclado se ha vuelto loco.
Especifico que los concursantes si pueden utilizar acentos en sus transcripciones.
Y que el conjunto de letras seleccionado se integrare -imaginad que es un futuro de indicativo (es complicado hablar en indicativo sin acentos, afirmo)-en mi vocabulario en concepto de bostezo diminuto oficial y, como tal, constare en todas mis futuras expresiones de somnolencia.
Pues eso.


Con esto de ser diminuta, creo que me ha vuelto a salir la adolescencia.
Que no el acné.

12.5.04

Hubo un día en que diminuta se dispuso a andar.
Y, una vez dispuesta, caminó y caminó.
Y caminó.
Caminó tanto que cuando se detuvo, estaba exactamente en el mismo lugar de donde había partido.
Si es que había partido de algún lugar.

Ayer, un habitante de mis alrededores dejó escapar de su boca la palabra "arcabuz" (¿arcabud?).
No pude evitar imaginar que su vida debía ser especialmente poco apasionante para conocer tal palabra.
Ni preguntarme porque algunos dueños llevan palabras peligrosas sin correa.

11.5.04

La niña que me vigila desde encima del interruptor ya no tiene ninguna mano. No se qué ha sido de ellas.
Y no sé si quiero saberlo.

He descubierto para que sirve esa parte de la eñe que la diferencia de la ene y que seguro que tiene un nombre técnico que yo desconozco.
Sirve para que las diminutas se queden atrapadas entre la línea azul que marca la pauta y las dos patas de la eñe. Sirve para que su peso les impida levantarla para salir de la palabra niña.

Consecuentemente, rogamos a los tipógrafos diseñen una salida de emergencia.

10.5.04

Que nadie me pregunte por qué he decidido ser comentable.
"Que hablen mal de ti es mejor que que no hablen", que diría Wilde.

Capítulo uno:
Con permiso del señor FuenteVieja y en honor al señor dueño del ombligo donde quiero ser guardada diré: "pesan los kilos, no los años"
Capítulo dos:
O como diminuta se ha pasado el fin de semana opositando a protagonizar el cuento de la lechera y hoy es el día que no entiende por qué no le han dado el puesto.

9.5.04

Diminuta tiene la costumbre de repetir en alto las palabras que quiere integrar en su vocabulario. Pero desde que tiene esta costumbre, diminuta no recuerda ninguna de las palabras que ha repetido en alto para que se integeren a su vocabulario.
Es como soplar un vilano -bola de pelusa en que se convierte el diente de león- y esperar que las semillas se te enganchen en el pelo.
Y que luego te nazca una novela en la melena.

8.5.04

Resulta que diminuta ha sido amenazada de ser comida por un ogro malo gigante (sic).
Y el problema no es ignorar quien la va a devorar.
Ni si será ingerida cual desayuno, comida, merienda o cena.
El problema es que diminuta no sabe qué salsa ponerse.

5.5.04

La banda se le escurría de los hombros y, evidentemente, la corona se deslizaba cabeza abajo hasta colocársele de collar. Era tan pequeña.
Y sin embargo el jurado nunca como en aquella fallida entrega de premios estuvo tan seguro de haber escogido correctamente a la nueva Miss Despropósito.

4.5.04

Y como no fumo, no puedo conjurar mi mechero para que llegue el bus.

3.5.04

Finalmente, a un ser de mi tamaño y levedad, sí se le permite volar.
Siempre que su crédito sea absolutamente incoherente.
Genial.

Iba a proponer que prohíban el tiempo.
Porque me molesta cuando hace frío.
Porque me estoy pegajosa -sólo ligeramente, que conste- cuando hace calor.
Porque me duele la cabeza cuando va a tronar.
Porque me pican los ojos cuando sopla el viento -y no siento suficientemente autoridad para decirle al viento que no sople, que me pican los ojos.
Porque encojo cuando llueve y me mojo los bajos de los pantalones y los arrastro por toda la ciudad cual babosa de denim.
Porque me quemo cuando hace sol.

Pero sólo hay que conjugar los elementos para ver quien tiene la culpa(responsabilidad meteorológica, lo llaman).
Pero no voy a proponer que me prohiban a mí.
Por ahora.

2.5.04

Tan empeñada en ser diminuta y ni siquiera me he planteado nunca tener un cuerpo diez (de letra, naturalmente).

1.5.04

Diminuta quiere escribir sobre el instante revelador en que diminuta se percata de ser digital. El problema es que diminuta es digital, todos lo sabemos, luego la narración de tal revelación tiene poca gracia.
Es, se dice diminuta, como decir que un cubito de hielo se derrite. Todos lo sabíamos.